(Profesora)
Todo trata sobre un rey llamado Andrés que era alto, con piernas de escobilla del water, cabeza como un tomate y nariz de pimiento. Parecía una lechuga andante. Estaba ante dos puertas, una que representaba el infierno y otra el amor y no sabía por cual entrar.
Un día.....
(Inés)
Un día el rey Andrés estaba en su castillo y le dió por cotillear el castillo. Como había muchas puertas tenía que elegir. Subió arriba del todo, como sólo había dos puertas era más fácil. Abrió una y había fuego y entonces se acordó de lo que dijo su padre, que había una historia de un castillo que arriba del todo había dos puertas y lo mismo les pasó.
Andrés abrió la otra puerta y se encontró al amor de su vida. Fue a dar dos pasos pero se chocó con un crista que había. Tenía que quitarlo como fuera para que pudiera entrar. Había un mapa y en el mapa nonía cómo abrir la puerta.
(Rocío)
Para romper el cristal Andrés tenía que cazar una mosca, un gusano, una lagartija y pan de rana.
Cuando fue a cazar la mosca, Andrés no sabía que les tenía alegria y al tocarlo se convirtió en rana.
Cuando se vio que era una rana sólo hacía que corrar hacia el castillo para ver si con lo feo que era se rompía el cristal. Al verlo no se rompió.
Después con el mapa ponía que se podía disfrazar de perro y se fue a porner el disfraz. Cuando se lo pueso, como era una rana le sobraba el traje por todos los sitios. Fue a mirarse otra vez al espejo y dijo el espejo: "No me rompo a no ser que cambies mucho y te vuelvas muy feo, porque en vez de darme miedo me muero de la risa al verte".
(Alba)
Al día siguiente fue otra vez al cristal y de lijo que para que se rompiera tenía que adivinar unas palabras mágicas.
-"¡Mal lo tengo¡". Diré: "Abracadabra, pata de cabra " y a lo mejor se rompe el hechizo y el espejo. El príncipe André fue al espejo y dijo las palabras mágica, pero.....no funcionaron.
Siguió pensando pero, no le salía ninguna. Así que decidió encontrar...
(Erica)
Decidió encontrar a un mago para que la ayudara. Se pegó tres días para buscar a un mago y agachó la cabeza. Dijo que ya no tenía más esperanza. Pero de repente ¡PUM¡ se chocó. Era un hombre de negro con un sombrero y le dijo: "¿Quieres que te ayude?. Y el príncipe dijo que sí. Y contestó: MUCHAS GRACIAS.
FIN