miércoles, 15 de octubre de 2014

EXPRESION ESCRITA Sexto de Primaria

¿QUÉ PASARIA SI........vas en un ascensor y aterrizas en la Luna?

 

Por Nuria

   Hace unos pocos días estaba en el piso de Zaragoza cuando me fui a montar en el ascensor para bajar a la calle, vi que en vez de bajar, subía sin darme cuenta estaba en la Luna. Yo estaba entusiasmada pero a la vez preocupada.

   Al cabo de unos pocos días ya me iba acostumbrando, como me había llevado la tabla del skate a Zaragoza, pues me monté en ella y surfeaba. Era muy divertido.

   Como aún había colegio mis amigos se preocupaban por si si pasara algo igual de mi familia.

   Cuando me enteré de ellos es empecé a mandar cartas para decirles dónde estaba y qué hacía en la Luna.

   Cuando decidí volver a casa volví a coger el ascensor y apreté el botón, al cabo de una hora ya estaba de vuelta y les conté a todos lo que había vivido.


(Por María) 
  Todo empezó un día soleado. Como todos los días me levanté de la cama y me puse a desayunar. Como ya soy vieja, usé el ascensor de mi piso para bajar. ¡De pronto subió como a unos mil kilómetros por hora y atravesó el techo¡. ¡Casi me da un infarto¡ Pero intenté mantener la calma. No puede aguartar y me desmayé. De pronto ví el espacio a mi alrededor. Me quedé sorprendida.

   A la mañana siguiente cuando me desperté, tenía a un extraterrestre cuidándome. Como era normal, me volví a desmayar. Una hora más tarde me desperté y tenía a toda mi familia a mi disposición. Intenté conversar con ellos, pero no pude.

  Una semana más tarde, no me había deshidratado porque me traían comida y agua. Se me ocurrió hablar por gestos, y dió resultado. Les pedí volver a la tierra y tras unos cuantos días lo conseguí. Les dí mil gracias y les dije que se fueran pronto por si les grababan.  Todo el pueblo me preguntó que dónde había estado y yo, les dije una mentirijillas, porque no quería tener a los pesados de los paparazzis a mi alrededor.

   Cuando llegué a casa pensé: " ¡Hogar dulce hogar¡, no hay nada como estar en casa. Si mis amigos hubieran estado vivos habrían alucinado".


Por Raúl.

   Un día me subí en el ascensor de un Hotel y al abrir la puerta me quedé sorprendido a la vez que asustado. ¡Estaba en la Luna¡.

   Mis amigos también venían conmigo. Yo me puse a gritar y a tirarme de los pelos de la cabeza porque pensé que no volvería a la tierra jamás, igual que mis amigos. Pero al rato me tranquilicé.

   Conocimos a gente que también había subido por equivocación (como nosotros). Ya nos sentíamos mejor por haber visto a más gente, dimos una vuelta y vimos un cohete espacial de las fuerzas espaciales americanas con siete astronautas que nos llevaron a tierra firme. Por haber estado sin protección nos dieron unas pastillas para nuestro malestar y todo pasó.


Por Daniela.

   El 16 de mayo, fuí con Lucía e Irene al Ayuntamiento a apuntarnos al patinaje. Ellas se quedaron abajo en el baño y yo mientras me adelantaba, subí en el ascensor. Apreté al botón número uno, y empecé a subir. Recuerdo que me preocupé porque tardaba mucho en parar.

   Cuando se abrieron las puertas me quedé helada. Estaba en un sitio extraño, con cráteres y allí no había nadie. Investigué y supe que estaba en la Luna. Aquello era extraño porque podía respirar. Yo sabía que en la Luna no hay oxígeno.

   Mis amigas estaban preocupadas porque elllas ya habían subido por las escaleras y yo no estaba allí. Entré en el ascensor y apreté otra vez el botón y cuando se abrieron las puertas aparecí en el piso. Se lo conté a mis amigas y no me creyeron. Como ellas habían apuntado se bajaron por el ascensor y cuando abrieron las puertas......
vieron lo mismo que yo.

   Al final me creyeron y pasamos el día contando la historia a nuestros compañeros de clase y riéndonos porque ellos tampoco nos creían.

   

Por Itziar.

Un día de verano, fui a ver a una profesora con las amigas. Vivía en un 6º piso y subimos en el ascensor. Cuando llegamos arriba, se paró, se abrió la puerta y ......
¡Estábamos en la Luna¡. Todas estábamos asustadas gritando como locas y estirándonos del pelo unas a otras.

   Después, nos relajamos y fuimos a explorar la zona.

   Ya pasado un rato, estabamos agotadas y de repente, aparecieron extraterrestres. Todas nos volvimos locas y.....Todas estábamos solas, aterrorizadas.

  Un rato después, yo encontré a Nuria con Irene y fui con ellas. Les pregunté que dónde estaban las demás pero no lo sabían. Luego, fuimos a buscar a las demás.

   Al cabo de un rato, las encontramos y nos pusimos a saltar de felicidad. Y María dijo: "No os alegréis tanto, no sabemos cómo salir de aquí". Y Jana respondíó," Sí, yo lo sé, volvamos otra vez al ascensor". Y bajamos de nuevo al primer piso. 
Volvimos a llegar al piso donde estábamos y todas se lo agradecimos a Jana.

   Y ya todas nos fuimos a casa muy felices.

Por Lucía.
Era un día tranquilo, me apetecía ir a visitar a mi tía. Entonces fui a su piso y en vez de subir por las escaleras subí por el ascepsor. Apreté la techa y esperé. Fui subiendo más y más cuando de repente se paró en seco. Se abrieron las puerta. Salí y vi que ¡estaba e en la Luna¡.

Me asusté mucho, mucho, así que llamé a Irene, pero cuando se lo conté se puso a gritar como una loca, así que llamé a María.

María fue al piso de mi tía y subió en en ascensor. Y María apareció...... conmigo en la Luna. Pero antes que le dijera que no se cerraran las puertas, ¡Chaf¡ las puertas se cerraron y bajó el ascensor.

Las dos nos pusimos a gritar como locas, así que llamé a Daniela y cuando vino apareció en Marte.

Pero vi una cosa extraña en ese momento, era que cuando giré la cabeza vía a Irene, Nuria y Jana por la calle. Al final donde estábamos no era en la Luna ni en Marte, era en unos planetas de publicidad.

(Por Jana)
  Un día mis amigos y yo fuimos a un hotel. Nos montamos en un ascensor y el ascensor se paró y subió arriba.  Se abrió la puerta y era un sitio raro, todos estábamos preocupados, no había nadie. Empezamos a gritar y nadie nos escuchaba. Estábamos muy nerviosos.

   Raúl dijo que estábamos en la Luna y así era. Estábamos en la luna y un marciano  nos estaba hablando en su idioma. No le entendíamos, pero Juan sí. Decía que tenía una nave para ir a la Tierra.


Mis amigos estaban preocupados y nerviosos, como yo. Entonces fuimos a su nave y volvimos a casa sanos y salvos. Nuestras madres nos castigaron por irnos de casa, sin televisión ni móvil.