viernes, 8 de noviembre de 2013

DESARROLLO DE CONDUCTAS RESPONSABLES (Tercera parte)

Entre nueve y once años :

Ya es bastante autónomo en sus intenciones y, por lo tanto, en su responsabilidad. Suele tener una organización propia para sus materiales, ropas, ahorros... Puede encargarse de alguna tarea 
doméstica y debe realizarla con responsabilidad y cierta corrección.  Le gusta que se le recompense por la tarea que se le encomienda.

Aunque aparezcan rasgos de dependencia, le gusta tomar decisiones y oponerse al adulto con cierta rigidez.  Es capaz de elegir con criterios personales.  Se hace estricto, exigente y riguroso. Se identifica con su grupo de amigos en el que cada uno tiene una función asignadas y se acata lo que dicta el jefe de la pandilla.


  1. Reconoce que lo hace mal, pero siempre busca excusas, aunque para los demás suele ser muy estricto.
Le gusta que le dejen decidir por si mismo y tiene necesidad de afianzar su yo frente
 a los demás, de ahí su resistencia a obedecer y su afán de mandar a otros niños menores.
Conoce sus posibilidades, decide, reflexiona antes de obrar, aprende de las consecuencias y se siente
atraído por los valores morales de justicia, igualdad, sinceridad, bondad, etc.


Entre once
y doce años:      

La influencia de los amigos comienza a ser decisiva y su conducta estará influenciada en gran parte por el comportamiento que observa en sus migos y amigas o compañeros de clase.  Los hermanos y hermanas mayores tienen más influencia sobre ellos que los padres.

Aparece una etapa en la que la crítica suele ser muy frecuente y dirigida hacia sus padres y profesores; no le gusta que le traten de un modo autoritario, como a un niño; reclama autonomía en todas sus decisiones.



Necesita tener amigos y depositar en ellos su confianza; es leal al grupo y su moral es la de sus iguales, a los que imita en la forma de vestir, en los juegos, las aficiones, etc.
Quiere ser como los mayores. Tiene sentido de responsabilidad, trata de cumplir sus obligaciones y se hace más flexible en sus juicios. Su comportamiento es mejor fuera del entorno familiar. Tiene capacidad en sus juicios. Su comportamiento es mejor fuera del entorno familiar. Tiene capacidad para valorar lo bueno o lo malo de sus acciones, puede pensar en las consecuencias, conoce con bastante objetividad sus intenciones y desea obrar por propia iniciativa, aunque se equivoque.

EN CONCLUSION

La responsabilidad se adquiere y desarrolla progresivamente, 
por etapas. 
El desarrollo de la capacidad de actuar de forma responsable depende de 
cada persona y del contexto o ambiente que la rodea (familia, escuela,
barrio, etc).
Por todo ello, existen ritmos distintos en cada persona. Así pues, será difícil
encontrar niños y niñas que, con los mismos años, manifiesten el mismo grado
de responsabilidad: cada niño o niña desarrolla más unos aspectos y otras
menos.  Por lo tanto estas fases que hemos descrito no deben entenderse de 
forma estricta o cerrada sino como una referencia.

CONSEJOS/ SUGERENCIAS PARA LOS NIÑOS Y  NIÑAS

Ser responsable es saber decidir razonadamente y asumir las
consecuencias de tus actos, sea cual sea su resultado.  También
es importante que obres buscando el bien de los demás, por
encima de tus propios gustos, aunque a veces sea muy costoso; 
si lo haces así, tendrás mayor satisfacción que si obra de modo
egoísta.


1.- No debes permitir que te hagan las cosas que tú ya puedes hacer: aseo
 personal, cuidado de tus ropas, limpieza y orden de tus materiales y juegos.











2.-Siempre que tengas que decidir algo, hazlo razonadamente pensado porqué
lo haces o por qué lo has elegido.

3.-Reconoce y asume el resultado de lo que haces, aunque te equivoques. De las
equivocaciones y de los errores también se aprende.











4.- Organiza tu vida diaria: estudios, horarios, tiempo para jugar, tareas de
casa, etc . Hay tiempo para todo, la cuestión es organizarse.

5.- Cada día debes revisar la agenda de tus obligaciones y valorar, al final del día,
si has sido capaz de cumplir todo lo que te has propuesto.
Si te acostumbras a llevar la agenda con las actividades de cada día, verás qué
fácil es organizarte y tendrás tiempo para todo.














6.- Intenta ser cuidadoso con los materiales escolares y los objetos personales,
y procura no extraviar nada.

7.- Tienes la obligación de colaborar en alguna tarea para que todo funcione
bien en la casa y nadie cargue con todo el peso de los trabajos.  Cumple bien
lo que te manden porque de ti dependerá el que los demás estén a gusto.

8.- Las normas y los horarios de casa son para cumplirlas. Además mejoran las
relaciones y todos están más alegres cuando no hay que reñir o llamar la
atención.






















9.- A tus amigos, procura respetarlos y tratarlos como desearías que ellos lo
hicieran contigo. Ayúdales cuando te lo pidan, o cuando veas que lo necesitan.

10.- Participa en los juegos aunque no sean de tu agrado.

11.- Elige a tus amigos, pero sin olvidad los consejos de tus padres; pueden ser
una ayuda; su experiencia vale mucho y te quieren.

12.- Debes prestar todo tu interés y atención a las explicaciones y tareas de la
clase aunque no te interesen demasiado.  Ese ejercicio de controlar tu atención
va a ser de gran ayuda en otras actividades de la vida.

13.- Los repasos diarios evitan mucho esfuerzo. No se olvida lo aprendido y no
tendrás que memorizar en un día todos los demás temas que se han dado.
Compruébalo y verás que buenos resultados tienes.

14.- La calle, el barrio, el colegio, la ciudad, los jardines son algo tuyo.
Como cosa tuya y de los demás, debe importarte su limpieza y cuidado.